La LOMLOE (Ley Orgánica de Modificación de la LOE), también conocida como Ley Celaá, es la ley educativa actualmente en vigor en España. Aprobada en 2020, introduce una serie de cambios significativos en el currículo escolar, incluyendo la enseñanza de las Matemáticas. Esta asignatura, bajo la LOMLOE, se orienta hacia un enfoque más competencial, práctico e inclusivo.
Uno de los pilares fundamentales de la LOMLOE en Matemáticas es el desarrollo de la competencia matemática y el pensamiento lógico y computacional. Esto significa que el aprendizaje ya no se centra únicamente en realizar operaciones o memorizar fórmulas, sino en utilizar las matemáticas como herramienta para resolver problemas reales, modelizar situaciones cotidianas y tomar decisiones fundamentadas. La ley también promueve el uso de tecnologías digitales, como calculadoras, programas de geometría dinámica, hojas de cálculo o incluso lenguajes de programación básica, especialmente en las etapas más avanzadas.
El currículo se ha rediseñado desde una perspectiva competencial. En lugar de enfocarse únicamente en contenidos, se pone énfasis en habilidades como el razonamiento, la resolución de problemas, la capacidad de comunicar ideas matemáticas y el pensamiento crítico. Esta visión se adapta al nivel de cada etapa educativa. En Educación Primaria, se trabajan conceptos básicos mediante la experimentación y el juego, introduciendo a los alumnos en patrones, estructuras y razonamiento lógico. En ESO, se abordan ya aspectos más formales como el álgebra, las funciones, la estadística y la probabilidad, pero siempre con aplicaciones prácticas. Además, se fomenta la interdisciplinariedad, es decir, la conexión de las matemáticas con otras materias. En Bachillerato, los contenidos se profundizan dependiendo de la modalidad elegida, con mayor carga teórica, preparación para estudios superiores y énfasis en el análisis, la probabilidad, la geometría y la modelización matemática.
Otro aspecto relevante es el compromiso con la inclusión y la equidad. La LOMLOE busca reducir las brechas de género y socioeconómicas en el aprendizaje de las Matemáticas. Para ello, promueve metodologías activas, materiales accesibles y un acompañamiento constante, adaptado a las necesidades de cada alumno.
Finalmente, la evaluación también cambia. Se apuesta por una evaluación continua y formativa, donde se valora no solo el resultado final, sino también el proceso, la estrategia utilizada, la argumentación matemática y el trabajo colaborativo. Este enfoque pretende proporcionar una imagen más completa del aprendizaje del alumnado y ayudarles a mejorar progresivamente.
En conjunto, la LOMLOE propone una enseñanza de las Matemáticas más conectada con la realidad, más centrada en el desarrollo de competencias útiles para la vida y más respetuosa con los ritmos y características de todo el alumnado.